jueves, 17 de octubre de 2013

Lo que no se ha ido del todo.

No, no se ha ido, aún no...

El corazón difuso de las dimensiones,
no se ha desvanecido, solo ha cambiado,
se ha transformado en una iteración mas,
en una nueva secuencia fractal
que se encuentra en áurea región,
entre el uno y el cero, núcleo de realidad.

Sus simbióticas cenizas se dispersan
en el teseracto universo, son nuevos bits,
nuevos símbolos que son únicos,
que antes fueron , y ahora son, sin ser.

Una flor, una tímida flor, nace de una semilla
que germinó con los minerales de las cenizas,
y en una mañana de primavera,
despertó sus pétalos a la vida,
para recibir la cálida caricia del sol.

En su fragancia encuentro tu esencia,
y ahora sé que has nacido de nuevo,
que no te fuiste, que no me dejaste solo,
que aún estás aquí... que no te fuiste del todo...

Sin estar enamorado.

Llega el otoño de tu ausencia
con su sabor añejo
de mandarinas amargas,
e impregna mi piel de nostalgia
de sentir que te amo, sin conocerte
sin siquiera saber donde estarás.

Sin estar enamorado aún, hoy te extraño
y este pasado sin ti, no tiene sentido
el vacío ocupa el ligar de tu voz,
aquella que amorosa me diría, ¡yo te amo!.

La brisa desgrana las hojas, como lluvia
y no puedo evitar que de mis ojos
escape una poca de sangre de mi alma,
una lágrima, mudo y salado testigo
de saberte lejos de mi presencia.

Sin estar enamorado de ti, puedo decir
que espero por fin estar a tu lado,
para aferrarme al cielo de tus labios
y poder escuchar nuestros corazones latir...


Sagitario.

viernes, 4 de octubre de 2013

Si fuera yo...

Si fuera yo
como todo mundo
desea que yo fuera,
no sería yo,
sería solo parhelio,
fantasma e ilusión
de quien en realidad soy.

Espectrales estrellas
vagan por aquí y por allá,
sin saber porque son errantes,
desterradas de su propio ser.

Todo sea por ser apariencia
agradar aunque no se sienta
y bailar a un diferente son,
al marcado por nuestro corazón...


Sagitario.

La luna viuda.

Triste rezo de la luna viuda
devorando al espantapájaros,
infame guardián del campo
que permitió por envidia
la muerte del girasol,
en un aquelarre de afilados picos
y torvas plumas oscuras.

Ya no hay amante que la ilumine,
ha cambiado su cuerpo de blanca seda
por una negra y fría vestimenta,
tan ausente de la radiante esencia
que en la solitaria oscuridad,
sus caricias le prodigaba.

Ella sólo a la nada abraza,
y a quien órbita se muere
así no habrá quien recuerde
lo que en los días y noches,
(algo que ya no existe)
fue expresado con gran pasión.

Sagitario.

Ser o no ser.

Es extraña la sensación de no ser,
como aquello que está estático
esperando ser definido, sin querer,
porque se sabe reino difuso.

Nada es todo, y todo es nada
porque ni el Si ni el No,
son absolutos en ese lugar
y nada está fuera de ahí
pero siempre habrá alguien fuera
llave y puerta, puerta y llave
que abre nuestros umbrales
y los deja cerrados a nosotros,
o a lo que creemos somos,
cuando así le conviene.

Deja de buscarme, si no eres tú,
porque tus fragmentos son incompletos
y la plata que escurre de ellos,
ni en tus sueños la recuperarás...
sé mas que las piezas
de tu luna en rompecabezas,
sé, tú mismo en fractal
sólo así me podrás hallar,
y te podrás encontrar...

Sagitario. 

Acuáticos pensamientos.

Ya no sé que dictan escribir
las celéntereas mentes
que parasitan en mi cabeza,
vivo intoxicado por sus voces.

Divago en piélago, y me sumerjo
en abisal refugio, para olvidar
que estoy perdido contigo,
con las profundas memorias
de tu recuerdo insepulto.

Aquí puedo ver la misma luz
con la que me subyugabas
trampa mortífera de ilusión,
tras de ella, sentimientos afilados
dispuestos a triturar mi cuerpo
y precipitar mi alma a la fosa,
ese frío seol oscuro y olvidado
donde yacen los restos
de otras presas iguales a mi...


Sagitario.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Será bueno suicidarse de vez en cuando y de cuando en vez.

Aún recuerdo tu fragancia dejando a mi corazón marchito. Nada de lo que hizo la luna me pudo consolar... ni siquiera ese amanecer radiante, que evocaba la belleza de tus ojos, pudo hacer que regresaras a mi lado, ni ese río de agua cristalina donde una vez estuvimos juntos... ni el trino de esas aves que fueron cómplices de nuestro amor entre las ocres hojas del otoño, cuando tomaste mi mano y me dijiste que me amabas... nada, nada de eso importa ya...

Recuerdo tu amor en tres tonos, el primero era el el chirrido acuchillante de la duda en mi conciencia, como uña de demonio rasgando la pizarra de mi alma, el segundo fueron esas terribles palabras de tu adiós: "lo siento mucho, este amor jamás fue de dos". El tercero ya no lo oí yo, lo oyeron los vecinos como un trueno, y solo acertaron a decir... "otro que se suicida por amor"

Pero no estén preocupados, ese día andaba sordo, estoy en las Bahamas disfrutando de la vida con una espirituosa bebida y una hermosa chica a mi lado, que presiento que logrará que me suicide... otra vez...

¿Qué, pensaron que moriría por amor? No soy tan tonto... :D

Les dejo un plus ultra:

Silencio,
que la vida va pasando
ella no se detendrá
ni porque agonices de tristeza
o porque debas en el banco
dinero de a montón...

Silencio,
que la vida a pasando
y la muerte le persigue...


Sagitario.